Embajador de China: “En una época cambiante e inestable, la sincera amistad entre los pueblos chino y armenio no cambia”

El comienzo del verano es una época de intenso florecimiento de la naturaleza. Es un gran honor para mí ser el noveno embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Popular China en la República de Armenia. Esta es mi primera visita a Armenia y mi primer trabajo como embajador. Dos “primeras veces” importantes que suponen a la vez una misión importante y un compromiso serio en esta etapa de mi vida.

En el poco tiempo que llevo en Armenia, este hermoso país ya ha dejado una profunda impresión en mí. Armenia es un bello país con pintorescas montañas y manantiales puros. El majestuoso monte Aragats guarda en silencio esta tierra antigua, y el azulado lago Sevan fortalece a la gente trabajadora durante generaciones. Los edificios de piedra oscurecidos por el polvo del tiempo cuentan en silencio historias de siglos lejanos. La capital, Ereván, es especialmente encantadora. Desde la Plaza de la República hasta la Plaza de la Libertad, pasando por la Avenida Norte, disfrutando de una magnífica actuación en la Ópera y luego subiendo las escaleras de la Cascada, uno puede experimentar plenamente la magia de la "ciudad de la vida" descrita en la famosa canción de Arno Babajanyan.

Armenia es la cuna de una antigua civilización con una rica historia y cultura. Hace dos mil años, fue uno de los cruces importantes de la Ruta de la Seda, donde las culturas de Oriente y Occidente se cruzaron y fusionaron, formando una identidad única y dando origen a una civilización duradera y gloriosa.

La Catedral de Echmiadzin, las ruinas de Zvartnots, el Monasterio de Geghard y otros monumentos culturales están incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El alfabeto armenio, la música duduk armenia, el "Kochari" y otros elementos culturales armenios han sido reconocidos como patrimonio cultural inmaterial, lo que atrae a muchos turistas extranjeros a descubrir este encanto.

Armenia es un país que ha pasado por desafíos, pero se mantiene firme. El pueblo armenio ha sobrevivido a guerras y desastres naturales, ha sufrido grandes pérdidas y ha atravesado un camino difícil en la historia, pero ha mantenido su fuerte voluntad, su deseo de superación y su espíritu indomable. El pueblo armenio se distingue por su sabiduría y resiliencia, y la diáspora armenia, extendida por todo el mundo, tiene una influencia internacional significativa.

Artículo completo en su versión en armenio.